DEL RECHAZO NACE EL GIGANTE
EL EDITORIAL DE HOY
Dicen que el éxito es dulce… pero nadie menciona que primero sabe a hierro, a lágrimas y a soledad.
Cada rechazo es una llama que forja el acero del carácter.
Cada humillación, un taller donde se templa el espíritu.
Los grandes del mundo —Edison, Disney, Einstein, Sanders, Jobs, Oprah— no fueron elegidos: fueron
rechazados.
Mil veces.
Mil puertas cerradas.
Mil burlas… hasta que el tiempo, ese juez invisible, les dio la razón.
El Coronel Sanders fue rechazado 1,009 veces antes de vender su receta.
Jack Ma, fundador de Alibaba, fue rechazado por la propia KFC antes de fundar un imperio.
Y Einstein… fue llamado “mentalmente lento” por sus maestros.
¡Vaya ironía!
Los que hoy parecen perdedores… mañana son los nombres que el mundo estudia.
Estudios de Harvard revelan que el rechazo no destruye: reconfigura el cerebro.
Nos hace más creativos, más resistentes, más humanos.
La ciencia lo llama resiliencia…
la vida lo llama coraje.
El que resiste, vence.
El que persiste, asciende.
El que no se rinde, trasciende.
Por eso —cuando te cierren puertas— no maldigas, agradece.
Están entrenando tu carácter para la grandeza.
Porque la victoria verdadera no se mide en aplausos…
sino en fidelidad a tus principios.
Que la lealtad sea tu bandera,
la integridad tu escudo,
y la EQUIDAD, tu religión cotidiana.
El rechazo de hoy…
puede ser la consagración de mañana.
HASTA AQUÍ, NUESTRO EDITORIAL DE HOY.
