DOS RUEDAS Y CERO LEY
EL EDITORIAL DE HOY
La zona oriental de Santo Domingo parece un campo sin ley.
Las aceras se volvieron autopistas, los peatones rehenes y las bocinas, el eco del desorden.
Motoristas, motoconchos y deliverys han tomado las calles como si la autoridad fuera un mito y el respeto
una pérdida de tiempo.
Rebasan por donde quieren, invaden espacios, golpean vehículos, amenazan, y algunos hasta andan
armados.
Y mientras tanto, la Policía Municipal del alcalde Dío Astacio, anda como perro ‘e presa, acosando
empresarios por simples parqueos, en lugar de enfrentar la anarquía que desangra la convivencia.
¡Qué paradoja! Castigan el orden y premian el caos.
Las estadísticas del Observatorio Nacional de Seguridad Vial son alarmantes:
más del 65% de los muertos en tránsito van sobre dos ruedas, y el 78% de los motoristas violan la ley cada
semana.
No es percepción… ¡es realidad documentada!
Las empresas de reparto deben asumir su cuota de culpa.
La rapidez no puede ser excusa para sembrar miedo ni convertir la vía pública en ruleta rusa.
Decía Hobbes que “el hombre es un lobo para el hombre”,
y Confucio añadía: “donde hay orden, hay carácter.”
Pero aquí… el carácter parece estar estacionado en doble fila.
Desde mi Vallejuelo natal lo decimos claro:
“El burro sin freno termina en el precipicio.”
Y allá vamos… si no se pone control a tiempo.
República Dominicana necesita templanza, orden y justicia.
La autoridad no se mide por cuántos se acosan,
sino por cuántas vidas se salvan.
El tiempo de actuar no es mañana…
¡ES AHORA!
HASTA AQUÍ NUESTRA NOTA EDITORIAL.
